2/27/2009

ROSTROS DEL CAMBIO

Allí estaba en el Capitolio, como un rock star, firmando autógrafos a
los congresistas que segundos antes le aplaudieron emocionados. Hijo
de un kenyano y una estadounidense, mitad blanco y mitad negro, Barak
Obama habló al pleno del Congreso en un discurso que hace 40 años
nadie hubiese podido imaginar. Luego vino la respuesta republicana
desde la casa del gobernador de Lousiana, es decir, el sur puro y duro
de las plantaciones y la esclavitud. Piyush "Bobby" Jindal, hijo de
inmigrantes indios, quien llegó a Baton Rouge en el vientre de su
madre, comenzó su mensaje haciendo referencia a sus ancentros. La
noche del martes 24 de febrero, los dos líderes políticos que daban la
cara ante el país en momentos de su mayor crisis en décadas, eran los
verdaderos rostros del cambio.

Dos días después fui al teatro a ver Liberty City, el unipersonal
donde la actriz April Yvette Thompson retrata sus experiencias
creciendo durante los 70 en el barrio más pobre de Miami, una
comunidad negra donde se funden antillanos, bahameños y
estadounidenses, y que en 1980 fue noticia por las revueltas y saqueos
que siguieron a la absolución de los cinco policías blancos que
mataron a golpes a Arthur McDuffie, un vendedor de seguros negro. En
el teatro se veía una amplia paleta de colores, en la misma ciudad
donde hace 50 años la segregación no era solo tolerada, sino que era
ley. Por ello, quizás casualmente, y el mismo martes 24, en el
edificio de la Corte de Miami Beach y sobre una fuente de agua de la
cual colgaba un letrero que decía solo para blancos, la Asociación de
Abogados develó una placa de metal disculpándose por aquellos años
cuando la justicia no era ciega ante el color de los acusados.

¿Entró los Estados Unidos a una era de armonía racial? Como dice la
canción de Desorden Público, el racismo es una enfermedad del
espíritu, del cuerpo, del alma y la mente. Una enfermedad que no se
cura fácilmente, pero ante la cual la sociedad, que puede ser su mayor
víctima, puede ser también su mejor antídoto. En las encuestas
recientes más del 50% de los consultados considera que las relaciones
raciales han mejorado en el país, y entre los menores de 25 años, el
número es mayor.

Es un cambio que se hace más evidente cada día, basta salir a la calle
para verlo en los rostros de la gente. Estados Unidos es un
laboratorio de convivencia y libertades donde las tensiones han
encontrado su cauce en las instituciones para generar una nueva
identidad. Si no, pregúntele Arnold Schwarzenegger, quien en un
momento soñó con una enmienda constitucional para ser el primer
austriaco en la Oficina Oval.

2/19/2009

¿Y DONDE ESTAN LOS REALES?

Hace unos treinta años, cuando Venezuela levitaba en los efluvios de
la borrachera de petrodólares, el dicharachero Luis Herrera Campins
llegó a la presidencia preguntando por el destino de esa millonada.
Una respuesta chucuta estaba encerrada en el pabellón propagandístico
que Carlos Andrés Pérez erigió en Plaza Venezuela para exhibir los
logros de su quinquenio. Recuerdo una un estribillo que cantábamos en
el recreo: ¿Dónde están los reales, matarilerilerón? Los metieron los
adecos en la jaula de King Kong.

No fue sino hasta 1982 cuando llegó la resaca. Un viernes negro de
febrero el país despertó con dolor de cabeza y preguntándose por el
dinero perdido. Los años de bonanza dejaron una nostalgia por las
vacas gordas, y desde entonces la crisis se convirtió en una dolencia
crónica del venezolano. Pasarían 21 años para que de nuevo las reses
mamaran petrodólares a granel, y durante cinco años, llovió café sobre
campos y ciudades. Si fuese asunto de levantar un redil para tanto
billete, habría que pensar en el Corral de Godzilla.

Barriles llenos, corazón contento, decía Perucho Conde, y escuchando
su cotorra criolla, pareciera que no fue compuesta en 1980, sino ayer:
los cuatro reales que uno se gana, me los pagan hoy y no llegan para
mañana, me provoca tirarme por la ventana, cuando veo que todo sube
como le da la gana...yo quiero que se arregle mi mala situación, pero
el que arregla esto creo que está de vacación, o se le está olvidando
todo el montón, de castillos y promesas antes de la votación. Claro
que Perucho no lanzaría su cotorra contra el actual gobierno, como
tampoco Joselo diría que el Dr. Chimbín levanta su mano todos los días
en la Asamblea Nacional. Pero algo del presente nos dicen los chistes
y slogans de hace treinta años: la historia se muerde la cola.

¿Se acabarán los reales en el 2009 y volverán las vacas flacas? Aunque
el sentido común dice que con un barril a $35 debería ser así, muchos
analistas creen que el precio del crudo se recuperará y que Venezuela
tiene las reservas para aguantar, por lo tanto, las reses lucirán
magras, pero no les veremos las costillas

Pero tras una década de revolución y quince elecciones, ¿dónde están
los reales?.

Si el Chávez candidato le tuviera que hacerle esa pregunta al Chávez
presidente, seguro lo metería en aprietos.

Así que ¡A ponerse alpargatas, que lo que viene es joropo!, Luis Herrera dixit.

2/13/2009

MAS ALLA DE LAS PALABRAS

No se si voy a votar. Cuando mi amigo soltó la perla durante el
almuerzo, casi me ahogo. ¿Para qué?, así no cambiarán las cosas. Lacé
una mirada fulminante, e inmediatamente recogió el guaral. Bueno,
tampoco es perder el tiempo, pero ¿tú crees que vale la pena? Tomé
medio vaso de agua antes de responderle. Era uno de esos mediodias
templados en Miami, cuando uno es capaz de olvidar el baño turco en el
que se convierte esta ciudad durante el verano.

Para entender el abstencionismo, conviene estudiar el caso de Miami.
Las aproximaciones oficiales dicen que somos unos 80 mil venezolanos
en Florida. Hay quienes aseguran que la cifra llega al cuarto millón.
Difícil saberlo, con tanta gente que va y viene. En todo caso, hasta
el New York Times ha dedicado su primera página al crecimiento de la
comunidad venezolana en los últimos tiempos. Por eso sorprende saber
que hay poco más de 15 mil en el registro electoral del consulado, y
esto incluye a los residentes de las Carolinas y Georgia.

- Nadie te obliga a votar- le dije- pero al dejar de hacerlo, nadie
estará en la obligación de escucharte.

No es un secreto que Miami jamás le entregará a Hugo Chávez las llaves
de la ciudad. En estos predios es persona non grata, y no solo entre
los venezolanos. Aquí el discurso en torno al comandante alimenta los
medios y las sobremesas, regalándole al análisis, la especulación y el
ensueño horas de vuelo. Y también acá, como en todas partes, sobran
los que sienten hervir la sangre cuando hablan de política, pero a la
hora de que sus palabras cuenten, se enfrían como chicha.

- Mucho se ha escrito sobre el país polarizado, de los extremos y el
radicalismo. – seguí tras un breve silencio- Pero quizás sea la hora
de entender cómo es posible que tanta gente como tú, con la capacidad
de decidir el rumbo de las cosas, prefiera guardar silencio el día
cuando una acción vale más que mil palabras. Se espera que esta sea
una consulta cerrada, y si los que piensan en abstenerse salieran a la
calle, su voto tendría un valor determinante.

- ¿Y cómo se que mi voto será respetado?

- Esa coartada suena gruesa, pero te olvidas de algo: hay miles de
voluntarios que han puesto su tiempo, inteligencia y entusiasmo para
que la voluntad popular no se vaya por las grietas. ¿Cómo decirlo?
Creo que hay una buena dosis de tontería al pasar horas opinando desde
las gradas, cuando tienes el privilegio de entrar al juego y voltear
el marcador.

Pagamos a medias, como es costumbre. Pero a él le tocó dejar la propina.

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2/06/2009

HUGOCENTRISMO

¿Ha visto alguna vez su fotografía desplegada en una valla? Puedo
asegurarle que es toda una experiencia. Lo primero es una mezcla de
sorpresa y admiración. Luego viene un cosquilleo y una sensación como
si te inflaran cual globo. Y no es por hiperventilación. Es el ego,
que ante semejante estímulo, se dispara más allá del control de la
mente y se cree la verdadera esencia de nuestro ser.

O para explicarlo de forma más sencilla: el ego se come el cuento, y se hincha.

Ahora imagine que su imagen aparece en televisión, periódicos, afiches
y estampitas. Que no importa a donde mire, allí está usted, su imagen
en todas partes, como si viviera rodeado de espejos que le dicen sin
cesar lo bueno, lo especial y lo importante que es. Y además que cada
mañana, al abrir los ojos, le esperan cientos de personas deseosas de
hacerle sentir como esa imagen omnipresente.

Para rematar el cuadro, sumemos a este cóctel delirante algo
demoledor: supongamos que tiene poder. Mucho, más que nadie a su
alrededor. Un poder temporal, claro está, pero que su ego puede
ejercer aquí y ahora para saciar sus deseos.

Como verá, ante semejante embate, sobran razones para perder la cabeza.

Esto es exactamente lo que sucede con Hugo Chávez: se ha convertido en
rehén de su ego, y a la vez, ese ego ha secuestrado a millones de
venezolanos.

Lo interesante es que según Buda tal cosa como el ego no existe, pues
en realidad es una creación de la mente. Pero no quiero ponerme
etéreo, así que al punto: en la medida que Hugo Chávez se cree todos
los slogan, propagandas y alabanzas que le rodean, esa ilusión del ego
lo va haciendo más ignorante de su propia realidad. Con el agravante
de que enrolla a medio país en su red ilusiones, deseos y ambiciones.

Y con esto no quiero decir que está loco. Si acaso que los
venezolanos, a costa de alimentarle el ego, han llevado su
hugocentrismo a niveles de obesidad mórbida y esto le tapona las
arterias de la conciencia. Quizás por eso, diez años después de llegar
a Miraflores, está más inflado que nunca.

Por eso, en tiempos de preguntas, qué tal esta:

¿Está usted de acuerdo en otorgarle al presidente las herramientas y
poderes para crearse una realidad a la medida de sus deseos. Qué tanto
se parece la propaganda a su vida cotidiana?

La próxima vez que se cruce con las vallas del comandante, piense que
de alguna manera ese hombre es víctima de si mismo.

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